Mi nombre es Manu Oliver y soy profesor de yoga.

Comencé a practicar yoga por el año 2014, necesitaba parar y conectar con mi interior, necesitaba aprender a mirarme y a conocerme, porque algo en mi se estaba desbordando.

Aprendí y sigo aprendiendo a adentrarme en esas partes internas donde no nos gusta estar, ese interior que duele al mirar de frente a nuestros propios fantasmas…

El yoga, asanas, meditación y respiración, nos ayuda a poder gestionar nuestros pensamientos y nuestras emociones, para ser nuestros propios observadores sin juzgar, y nos facilita poder silenciar nuestra mente, para ver el mundo y la vida con mayor claridad.

Formación de instrucción en yoga en Harrobia, con Manu como uno de los profesores.
Curso de 60 horas de Yoga inclusivo, con Yoga sin fronteras.

Me formé como profesora en la escuela Sanatana Dharma de Zestona (Guipúzcoa) en el 2007. También realicé un curso de Meditación y otro de Hatha Yoga. Me he dedicado a dar clases de manera intermitente desde entonces. Actualmente estoy ampliando mi formación con el curso de profesores que se imparte en esta misma escuela.

Desde adolescente me he cuestionado el sentido de la vida. Y aunque en mi vida personal me dedico al negocio familiar, es en el Yoga donde he encontrado lo que en Oriente llaman el Dharma. Aquello para lo que he nacido y que da sentido a mi vida. Y qué mejor que poder compartirlo.

La clase de Yoga es ese momento en el que pausamos nuestros quehaceres diarios para armonizar nuestras vidas y profundizar en nuestro camino de conexión con nosotros mismos. Al mismo tiempo que aprendemos una serie de herramientas para poder aplicar en nuestro día a día. Un espacio semanal para volver a ti, para conectarte con tu Ser.

La insatisfacción me llevó a una intensa búsqueda desde muy jóven y al encuentro del Vedanta Advaita de la mano de Consuelo Martín y el yoga cahemira (Jean Klein y Eric Baret).

Más adelante se presentó el zen durante años y ha sido el yoga cachemira, la meditación el medio que me permite expresar ese ir más allá de la palabra, del cuerpo y descansar en ese misterio que es el silencio.

Hace tiempo dejé el ejercicio del derecho y desde entonces comparto feliz sesiones regulares, talleres y retiros de yoga cachemira y meditación.

Hay un despertar que atraviesa y un aprendizaje que no tiene fin. La Paz ES, en el instante.

Siempre he sido una persona activa y deportista. Las ganas de entender el funcionamiento del mundo me empujaron a graduarme en Física, así como la idea de comprender no solo el entorno que me rodea, sino también mi propio interior, me llevaron a practicar disciplinas como el acroyoga, las invertidas y el yoga aéreo, donde hallé felicidad y crecimiento.

Veo el acroyoga como una herramienta capaz de conectar con las personas. Mi enfoque se centra en crear sesiones divertidas con las que fomentar la confianza, el cuidado y la empatía con uno mismo y con los demás, desde un lugar respetuoso y amable.

Mi deseo es ayudar a quienes buscan probar algo nuevo, superar retos y encontrar equilibrio físico y mental

El yoga me encontró en 2018 y a partir de ahí se inició un proceso transformador en mi vida. La búsqueda del sentido de la vida empezaba a tener una dirección que me llevó al lugar donde quería estar.

Me formé en yoga adaptado en la Escuela Nacional de Yoga Adaptado de Valencia, en yoga terapéutico en Pranamasyoga en Donosti y en instrucción de yoga normativo en la Escuela de Yoga Bhavana

Compartir este aprendizaje y este viaje hacia el reencuentro con la paz es mi motor.

Dirijo a todas las personas, con o sin experiencia y tengan o no una limitación física y a profesores/as que quieran conocer cómo adaptar la práctica de yoga en sus clases a las distintas necesidades.